Profundizando en el Ego

Lupa mostrando ME

Hablando en profundidad sobre el ego, se trata de ese mecanismo de defensa del cual surge el victimismo, la esclavitud, el miedo, la falsedad, el egocentrismo, la reactividad y la ignorancia, generando que te conviertas en un sucedáneo de quien en realidad eres. Es sinónimo de sombraoscuridad. Y también de lucha y sufrimiento.

Así, como persona, estás identificada con el ego cuando estás muy tensa, estresada y desequilibrada. Cuando permites que tu estado de ánimo dependa excesivamente de situaciones o hechos que escapan a tu control. Cuando te sientes avergonzada, insegura u ofendida.

Cuando vives de forma inconsciente, con el piloto automático puesto, casi sin darte cuenta. Cuando te tiranizan pensamientos, actitudes y comportamientos tóxicos y nocivos, cosechando resultados emocionales insatisfactorios de forma involuntaria. Y, en definitiva, cuando te acompaña la permanente sensación de que te falta algo para sentirte feliz y completa.

espalda con armadura

«El ego es la mente no observada que dirige nuestra vida cuando no estamos presentes como observadores». Es entonces cuando nos percibimos ⎯equivocadamente⎯ como un yo separado de la realidad que observamos. Ser conscientes de cómo opera este dictador interior es el primer paso para salir de la ilusión, la trampa y el engaño a los que nos mantiene sometidos. Saber cómo funcionan sus diferentes mecanismos es lo que nos permite dejar de identificarnos con él. De ahí que para despertar sea fundamental darnos cuenta cuándo este impostor se apodera de nosotros. Esencialmente porque no somos la charla que oímos en nuestra cabeza, sino el ser que escucha esa charla. Del mismo modo que no podemos luchar contra la oscuridad, es imposible combatir el ego y vencer. En este caso, la batalla se gana encendiendo la luz. Sin embargo, si encendemos una pequeña cerilla o el piloto de un aparato eléctrico anula la plena oscuridad con su pequeño led, es como, de la misma manera que en la Guerra de las Galaxias vence la espada azul frente a la roja, nosotros también podremos aprender desaprendiendo nuestro constructo infantil y adaptándolo a la persona que AHORA queremos ser. Ya no será una manera de necesidad ciega, sino de voluntad.

Referencias del libro “Las casualidades no existen. Espiritualidad para escépticos”, de Borja Vilaseca

 

Si deseas ampliar la información con su artículo, aquí te dejo el enlace.

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