Cuento del viajero y el diamante

Foto de diamantes tratados sobre lienzo negro

Un cuento de Anthony de Mello cuyo mensaje nos lleva, entre otras, a una reflexión que muchas veces nombro para entender el coaching: enseña a pescar, no a ponerte el plato en la mesa. De esta manera, el joven del cuento aprende a valorar valores como la paz, el sosiego y la tranquilidad. 

Un viajero llegó a las afueras de una aldea y acampó bajo un árbol para pasar la noche. De pronto llegó corriendo un joven que, entusiasmado le gritó:

-"¡Dame la piedra preciosa!"

El viajero lo miró desconcertado y le preguntó:

-" lo siento, pero no sé de qué me hablas".

Más calmado, el aldeano se sentó a su vera.-"Ayer por la noche una voz me habló en sueños", le confesó. "Y me aseguró que si al anochecer venía a las afueras de la aldea, encontraría a un viajero que me daría una piedra preciosa que me haría rico para siempre".

El viajero rebuscó en su bolsa y extrajo una piedra del tamaño de un puño.

-"Probablemente se refería a esta. Me pareció bonita y por eso la cogí. Tómala, ahora es tuya", dijo, mientras se la entregaba al joven.

¡Era un diamante¡ El aldeano, eufórico, lo cogió y regresó a su casa dando saltos de alegría.

Mientras el viajero dormía plácidamente bajo el cielo estrellado, el joven no podía pegar ojo. El miedo a que le robaran su tesoro le había quitado el sueño y pasó toda la noche en vela.

Al amanecer, fue de nuevo corriendo en busca de aquel viajero. Nada más verlo, le devolvió el diamante. Y muy seriamente, le suplicó:

"Por favor, enséñame a conseguir la riqueza que te permite desprenderte de este diamante con tanta facilidad".

 

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Comentarios: 3
  • #1

    leticia (miércoles, 28 enero 2015 19:54)

    precioso cuento.

  • #2

    Mari Carmen (jueves, 29 enero 2015 01:48)

    Muchas gracias, Leticia

  • #3

    Carlos Alan Gonzalez (sábado, 26 agosto 2023 18:53)

    lo valioso es el camino no el destino