58.- Adicción y conexión

Conecta con tu pasión
Conecta con tu pasión

"Uno de mis primeros recuerdos es que traté de despertar a un familiar y no pude hacerlo. Y era solo un niño, y no entendí porqué, luego crecí, y noté en mi familia adicción a las drogas, incluyendo adicción a la cocaína."

 

Así inicia una historia para la búsqueda desde Johann Hari, de una manera más cercana y posible para sanar las adicciones. Sin duda su motivación fue lo suficientemente potente, desde el amor hacia su familia, y el convencimiento de que, tal vez, los expertos en este asunto tan plural y en crecimiento demográfico, no hubieran hallado algo factible que tanta infelicidad se cobra.

Nos comparte su investigación en una charla en cuyo contenido refleja el valor más cercano al amor, y es que la conexión entre los seres humanos es algo de primer orden. Culturalmente tendemos al rechazo de aquello que no entendemos, sin embargo el autor de la conferencia, justamente hizo lo contrario, fue en la búsqueda del entendimiento de aquellas situaciones dolorosamente vividas sin rendirse.

 

Somos seres sociables, no comprendemos la vida sin los otros, esto lo refleja muy bien el libro de Manuel de Pedrolo "Mecanoscrit del segon origen" que más tarde se realizó en película. Y es que el peor castigo que se puede infringir es el alejamiento, el rechazo social, el apartarnos los unos de los otros por etiquetajes y generalidades. Cada persona somos única, no podemos presuponer. Muy al contrario, cuánto nos ahorraremos si practicamos la empatía, el escuchar a la otra persona y poder entender el porqué de su momento y sentimiento

Algo que podemos recordar es que la alegría, cuando la compartimos crece y se multiplica, pues la volvemos a saborear con cada compartir; sin embargo el dolor y la tristeza, cuando la compartimos con otros dispuestos a escuchar, mengua y se disuelve.


¿Has localizado en tus vivencias alguna situación de rechazo? Si aún forma parte de tu vida, de merma de tu felicidad, tal vez sea hora de disolverla. Puedes compartirla con seres queridos o bien con un profesional de la escucha atenta, el coach. Toma acción y date permiso a vivir más libre y feliz.

 


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