Permiso e ilusión

Personas recibiendo coaching

Permiso e ilusión son dos palabras muy profundas, nos acompañan en nuestras conversaciones habituales, pero tal vez constituyan juntas la fórmula para conseguir, alcanzar, ver realizados nuestros sueños y deseos.

Cada uno de los grupos semanales de coaching grupal que conduzco comparten la ilusión y el compromiso de asistir a su propio dominio personal, a su desarrollo y crecimiento. Se hacen realmente responsables de su vida, no esperan a que otros les saquen las castañas del fuego, ellos mismos se remangan y entran en acción, "se mojan".

Ya sabéis que el coaching es un diálogo que se proyecta en acción, en compromisos personales y relacionales, con uno mismo y su entorno. Ya que su traducción literal es entrenamiento, garantiza una musculación real en nuestra forma de pensar, que se consolida en acciones que nos aportan mucha satisfacción. De eso se trata, ¿no?

Cada una de las sesiones aportan, nos permiten crecer, a los asistentes y también a mí. Os comparto, esta  maravillosa fórmula, que ha surgido en una de las sesiones grupales y que os invito a probar:

PERMISO + ILUSIÓN = CONSEGUIR

Lo que en estas sesiones de coaching grupal de hora y media semanal sucede es una conexión, donde la actitud abierta al aprendizaje, permite, junto al respeto y la NO crítica y el NO juicio, pues todos estamos de acuerdo en compartir y avanzar desde este lugar. Con esta conexión, la vibración se alinea (nos contagiamos del buen rollo), como es natural. Igual que sucede en un concierto, en una empresa, en una celebración.

Estamos en coaching, entrenamos la forma de pensar de cada uno para nuestro máximo bienestar y rendimiento óptimos, de manera que respetamos nuestra energía en aquello que elaboramos, pensamos y decimos. Es nuestro gimnasio semanal.

Las personas que asisten llevan mucho mejor su entorno personal y laboral, sus relaciones, sus situaciones. Cuando algo "extra" sucede, planteamos qué aprendizaje nos aporta a todos, (aunque, sobre todo, a la persona que ha comentado el suceso) convirtiendo el problema en un reto. Así, nos damos ese permiso de compartir, de ser, de tener ilusión por iniciar la semana con esa energía, con ese sentir tan potente de estar con otras personas que empatizan. Luego todo eso que te llevas lo expandes a tu entorno, a veces lo comento desde la parte cómica, que compartan también la minuta!!!

Por último, recuerda que, aunque sea inconsciente, el verdadero permiso para SER, HACER, SENTIR, viene de ti, de nadie más. Ahora, imagina que lo aliñas con ilusion!!!!!!! Ya sabes el resultado!

¿Te atreves a probar?

¿Me/nos cuentas????

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